miércoles, 4 de mayo de 2011

Cap 1 - El destierro ~Segunda parte~ [Historia de un Elfo Negro]

Sin embargo la muerte parecía estar enemistada con el, pues con los tibios rayos del sol matutino, despertó. Aun seguía vivo su herencia maligna lo hacia fuerte y no iba a sucumbir ante algo tan sencillo. Con pesadez abrió los ojos y miro el cielo, aquel cielo que ya no quería ver y suspiro con pesadez incorporándose con dificultad. No sabia porque había despertado lo único que deseaba era que todo terminara, acabar con esa tristeza y opresión que sentía en su alma. Toda su vida había sido asi, simplemente no pertenecía al mundo de los humanos ni al reino de la oscuridad. Su madre, una humana que había sido violada por el rey de los elfos oscuros lo rechazo de inmediato desde el momento en que nació y lo abandono en el bosque con la esperanza de que esa “abominación” muriera devorada por las bestias. Y sin embargo sobrevivió, la muerte desde entonces lo esquivaba. Su padre biológico lo crio desde ese día, si es que a eso se le podía llamar criar a un niño pero aun así y pesar del trato que había recibido durante su corta vida, aun tenía la esperanza de ser tratado como igual después de la ceremonia de iniciación y asi poder ser reconocido en su clan. Pero ya todo había terminado. No había pasado la prueba y ahora estaba desterrado sin lugar donde ir sin propósito para vivir. Pero aun sus instintos básicos le impedían morir, la naturaleza de lo que esta vivo era seguir estándolo así que levantándose como si fuera un muerto en vida, busco algún rio para beber y limpiarse las heridas que ya se habían infectado haciéndolo tener algo de fiebre.
Cerca de allí había un arroyo, lo supo por el sonido del agua que corria entre las piedras, así que arrastrando los pies y viendo un poco borroso se acerco y se sentó de rodillas en la orilla para poder beber y limpiar sus heridas como pudiera aun con el riesgo de empeorar la situación o morir envenenado. Sin embargo quedo sorprendido al ver el agua cristalina, ya que era un rio muy distinto a los que conocía. Esos apestaban a inmundicia y muerte pues ahí echaban los restos de los seres que se devoraban y además como el reino era compartido por la estirpe de hadas oscuras, a veces el lago era pura sangre y se tornaba negro y corrosivo. En cambio el agua de ese pequeño riachuelo era claro y puro, incluso se sentía una agradable olor a frescura con tan solo acercarse. Con algo de curiosidad el pequeño junto sus manitas para poder tomar un poco y al probarla una sensación de tranquilidad lo invadió de pies a cabeza como si esa agua invadiera cada célula de su ser purificándolo y refrescándolo haciendo que la inminente fiebre desapareciera. Era una sensación tan extraña, tan.. calida pero a la vez tan fresca… que hizo que se cayera para atrás anonadado. Para un ser como el que siempre vivió en la oscuridad y miseria ese sentimiento era algo abrumador así que quedándose quieto unos momentos con los ojos cerrados, trato de calmar sus sentidos. Sin embargo un casi imperceptible ruido entre los arbustos hizo que despertara de su ensueño. Había escuchado una leves risillas asi que levantándose y mirando a su alrededor atento a cualquier sonido y/o esencia, se quedo quieto y en alerta. Y finalmente encontró el origen de aquellas risillas burlonas encima de dos enormes hongos. Dos pequeños duendes reían traviesos y con una mirada algo perversa mirándolo desde sus posiciones atentamente. Su piel era oscura y sus ojos rojos, sus orejas puntiagudas estaban cubiertos por un pequeño sombrero, no sobrepasando el medio metro de altura se reian divertidos viendo al pequeño malherido.
-Jajaja vas a morir y las cuervos te arrancaran los ojos y los lobos comerán tu carne haha-decian al unisono riendo malévolos como si fuera la cosa mas graciosa del mundo.
-N..n-no voy a morir…-susurro el pequeño elfo olvidando por un momento que hacia solo unas horas era lo que mas deseaba. Y es que esas criaturas le dijeran cual iba a ser su destino lo hizo automáticamente querer negar ese final, como el efecto que tiene la mentalidad a la inversa. Era eso o esa agua le había otorgado deseos de vivir pero la verdad era que ahora lo que menos quería era morir.
-Jajaj un pequeño elfo, perdido en el bosque, solo es comida para el señor Draronte-empezaron a canturrear los duendes levantándose de sus sitios para ir a danzar de forma grotesca alrededor del elfo en son de burla.
-S-señor Draronte?..y el quien es?!-pregunto el pequeño algo intimidado dando vueltas sintiéndose acorralado con las danzas y las risas de esos seres aunque tenia mas que claro que no le podrían hacer daño, por lo que trató de mostrase lo mas seguro de si mismo posible. A pesar de todo era un elfo negro, bueno, medio elfo negro por parte de su padre, pero de todas formas se sabia defender, aunque en ese estado debía de tener cuidado. Despues de beber de esa agua que parecía tener propiedades mágicas se sentía extrañamente reanimado como si toda su existencia hubiera cobrado algún nuevo significado.
-Jijij el señor de este bosque y si no vuelas como colibrí te comera con aji-recitaron los duendes aun con esa actitud pero sin mas se alejaron corriendo entre la maleza, desapareciendo entre esta dejando huellas de color mora en el pasto
-O.O se fueron…-susurro quedito el pequeño mirando las huellas con curiosidad. Sin embargo no tenia ni un deseo de averiguar adonde habían ido ni tampoco de ser comido con aji por nadie, así que mejor emprendió rumbo hacia un lugar seguro. Se manejaba en el bosque no por nada había crecido en uno de los mas peligrosos por lo que avanzando con gran facilidad pudo encontrar una cueva en la que poder refugiarse. Sin embargo la mala suerte lo perseguía pues esa cueva era el peor lugar para esconderse.

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